Esta receta de mini hojaldre de salmón y espinacas es siempre un plato de fiesta a pesar de su sencillez. Lúcete con tus invitados o ¡date un capricho!

2 planchas de hojaldre congelado
8 escalopes de salmón fresco de tamaño mediano (unos 8 cm de lado), sin espinas y de un dedo de grosor
400 g de espinacas (mejor si son frescas, pero puedes usarlas congeladas, mejor en hojas)
2 cucharadas de queso crema
Sal, pimienta y nuez moscada
2 dientes de ajo
1 cucharada de harina
Leche (como medio vaso)
Aceite de oliva y mantequilla
Huevo batido para pintar el hojaldre

ELABORACIÓN del Hojaldre de Salmón y Espinacas

Salteamos en un poquito de aceite los ajos laminados y ponemos las espinacas. Si son frescas puedes ponerlas un par de minutos en el microondas antes para que se ‘bajen’ y te será más fácil saltearlas. Salpimentamos y dejamos hacer hasta que estén cocidas.
Añadimos una cucharadita de mantequilla y la harina, mezclamos bien y ponemos la leche. Tiene que quedar con una consistencia cremosa, más bien espesa, así que ve poniendo leche con cuidado de no pasarte porque las espinacas habrán soltado su líquido.
Probamos de sal y le incorporamos el queso crema. Dejamos reposar la mezcla unos minutos para que se temple.
Mientras tanto extendemos el hojaldre tal como viene, sin aplanarlo con el rodillo. Cuando las espinacas hayan templado vamos poniendo montoncitos sobre el hojaldre y colocamos sobre ellos un escalope de salmón limpio de piel y espinas y lavado. Cubrimos con algo más de espinacas. Cortamos el hojaldre y cerramos los ‘paquetitos’ ayudándonos con trozos de hojaldre de la otra plancha. Sellamos bien los bordes con agua para que no se abran.
Ponemos en una bandeja de horno y pintamos la superficie de cada hojaldre de salmón con huevo batido. Horneamos a 200º entre 10 y 15 min hasta que veamos que el hojaldre ha subido y está dorado.

Para hacer este hojaldre de salmón y espinacas elige escalopes frescos de la zona de la cola, son muy jugosos y no tienen espinas. No deben tener más de 2 cm de grosor porque se cuecen directamente al horno en pocos minutos. Si los ponemos ya hechos dentro del hojaldre se resecan demasiado con el horneado.
Puedes servir este hojaldre caliente, recién horneado, o esperar a que temple y servirlo frío.

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