Esta receta de capuchino casero es un recurso fácil para hacer en casa sin necesidad de tener vaporizador ni cafetera express.
La característica principal del café capuchino es el equilibrio entre sus capas: el espresso y una capa generosa de espuma de leche. Esta espuma cremosa, espesa y bien aireada es lo que distingue al capuchino de otros cafés con leche. Además, suele servirse en una proporción equilibrada de una parte de espresso y una parte de espuma, lo que le da un sabor suave y cremoso pero sin perder el carácter fuerte del café espresso. A menudo se le agrega un toque de cacao o canela en polvo sobre la espuma para realzar el sabor.
A continuación te contamos cómo hacer capuchino casero, sin complicarte la vida. Sigue nuestros consejos y el resultado te sorprenderá.
INGREDIENTES del capuchino casero
- 1 taza de café expreso negro azucarado a tu gusto (o café descafeinado si lo prefieres)
- Cacao en polvo para decorar
- 1 taza de leche entera
ELABORACIÓN del capuchino casero
- Para empezar a preparar nuestro café capuchino ponemos la leche en un bote con tapa o en un recipiente hermético. Tapamos bien y agitamos con fuerza durante 30 seg a un minuto hasta que la leche espume bastante y aumente mucho su tamaño.
- Ese es el recurso rápido pero este proceso lo puedes hacer en una batidora durante 2 min y el resultado será aún más espumoso.
- Inmediatamente ponemos la leche ya batida en el microondas unos 30 seg y así la espuma se compacta. Si has usado un hermético o un bote, úsalo para el microondas también.
- Ponemos primero esta espuma espesa de leche en la taza de servicio y vamos vertiendo el café azucarado por un lateral con cuidado. De esta forma el café se va abajo y la espuma queda arriba. Decoramos nuestro capuchino casero espolvoreando con el cacao en polvo y servimos al momento, muy caliente.
Trucos y alternativas para hacer tu café capuchino casero
- Puedes espolvorear tu capuchino casero con canela en lugar de cacao si lo prefieres.
- Si quieres aromatizar más el café capuchino casero pon una cucharadita de esencia de vainilla en la leche o en el café al hacer la receta.
Un poco de historia sobre el café capuchino
El café capuchino tiene un origen que se remonta a la Europa del siglo XVII, y su nombre está vinculado a la Orden de los Frailes Capuchinos, una rama de los monjes franciscanos. Su particular atuendo, con una túnica marrón y capucha (capuccio en italiano), se asemejaba al color del café con leche que se empezó a servir en Viena y otras partes de Europa. Este café, al ser mezclado con crema o leche caliente, adquiría un tono que recordaba el hábito de los monjes capuchinos, de ahí el nombre “capuchino”.
Aunque Italia es conocida hoy como la cuna del capuchino, este café evolucionó a partir de las influencias del “Kapuziner”, una bebida servida en Austria en el siglo XVIII, que consistía en café mezclado con crema y especias. La versión italiana moderna, con su característica espuma de leche y un toque de cacao, comenzó a popularizarse en el siglo XX con la llegada de las máquinas de espresso, lo que permitió crear la textura cremosa que lo distingue.
Hoy en día, el capuchino es uno de los cafés más apreciados a nivel mundial, no solo por su sabor sino también por su rica historia cultural ligada a la tradición europea.
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