Este dulce de manzana se prepara igual que el dulce de membrillo y queda también con una textura similar aunque con un punto más ácido que me encanta.

Se lavan las manzanas muy bien y se trocean dejando las pieles y eliminando los centros. Se ponen en una cazuela y se cubren con el azúcar, el palo de canela y el zumo de limón.
Si tienes tiempo deja así un par de horas para que la manzana vaya soltando líquido, pero si vas con prisa ya puedes llevar directamente al fuego .
No añadimos agua pero vamos removiendo (con pala o cuchara de madera o silicona, no de metal!!!) para que la mezcla de manzana y azúcar suelte líquido.
El punto lo alcanza cuando la manzana se deshace prácticamente en el azúcar, pero depende de tus gustos dejar más o menos tiempo al fuego. yo dejo una media hora.
Quitamos la canela. Trituramos en el vaso de la batidora y volvemos a poner al fuego para que se compacte la mezcla y coja cuerpo y brillo. Lo ponemos en los tupper o bandejas donde lo vayas a dejar reposar. Piensa que tengan una buena forma para poder cortarlo y que sea fácil desmoldar.
Hay que dejar que el dulce de manzana se enfríe y se cuaje por completo antes de servir. Podemos presentarlo picadito en yogures o cremas, decorando tartas, con requesón…, pero también en platos salados. Está buenísimo acompañando quesos fuertes y carnes frías.

CONSEJOS Y COMENTARIOS para el dulce de manzana

El color y dulzor de este dulce de manzana dependerá del tiempo que lo mantengas al fuego, cuanto más se reduce más se carameliza, se oscurece y se concentra el dulzor. A mi me gusta más cocerlo poco, sabe más manzana y de todas formas cuaja mucho por la pectina de la manzana.
En la receta original se pone el mismo peso de manzanas que de azúcar, pero yo siempre pongo menos porque me resulta un poco empalagoso.

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