Aquí tienes 3 trucos para arreglar un guiso salado y triunfar en la mesa como si no hubiera pasado nada. Con los trucos de Divina Cocina todo tiene arreglo!!
Seguro que te has preguntado alguna vez cómo quitar lo salado a la comida en aquellas ocasiones en que se ha ido un poco la mano con la sal. Como es natural, todos los trucos pasan porque el guiso esté todavía al fuego, en la cazuela. Lo mejor es ir probando para poner remedio cuanto antes.
Si no se trata de un guiso, sino de unas verduras o carnes cocidas, puede ser suficiente pasarlas bajo el grifo de agua fría y dejarlas escurrir y secar.
Y en un guiso, muchas veces, cuando se actúa a tiempo, se puede arreglar simplemente añadiendo agua, salsa de tomate o nata (según el guiso) para aumentar la salsa, pero si no llegamos a tiempo, aquí tienes nuestros consejos para no desperdiciar nada y poder llevar el guiso a la mesa.
Entra a ver también nuestros trucos para arreglar un guiso quemado.
TRUCO 1. AÑADIR LECHE Y GASEOSA
Este truco sirve para arreglar un guiso salado que sea caldoso y que admita la leche en su salsa. Como ejemplo nos sirven muchos guisos de carne y todos aquellos que lleven natas y cremas.
Se añade una mezcla de leche y gaseosa a partes iguales y bien batida, se mezcla y ya podemos probar.
Si el guiso no admite la leche en su salsa, prueba solo con la gaseosa y verás que también da buen resultado. La gaseosa tiene un punto dulce que compensa el exceso de sal.
TRUCO 2: AÑADIR PATATAS CRUDAS
Este truco sirve para casi cualquier guiso que lleva salsa: estofados de carnes y verduras, cocidos, guisos de legumbres… En general cualquier guiso al que le quede bien una patata, que combina con casi todo.
Lo que tienes que hacer es trocear una patata, añadirla al guiso en crudo y dar un buen hervor para que cueza en la salsa. La patata absorbe por completo el exceso de sal del guiso.
Si no quieres poner patatas en el guiso, no tienes más que retirarla cuando ya hayan hecho su trabajo y con ellas se irá toda la sal que nos sobra.
¡¡Pero no las tires!! Úsalas en purés de patatas o de verduras.
TRUCO 3: AÑADIR PAN
Para todos los guisos que lleven salsa hay un remedio antiguo y sencillo. Coge un trozo de pan duro que tengas por casa, hazle hueco en la cazuela y añádelo a la salsa del guiso salado en ebullición. Intenta que no se deshaga mucho porque luego tendremos que retirarlo.
El pan absorbe bastante sal pero también se lleva mucho líquido. Cuando retiremos el pan tendremos que añadir agua a nuestro guiso salado, o también pueden servirnos un poco de crema o salsa de tomate (que no esté salada, claro) según el guiso, para equilibrarlo de nuevo.
TRUCO 4: AÑADIR UNA MEZCLA ÁCIDA
El zumo de limón, vinagre o incluso tomates pueden contrarrestar el exceso de sal. Añade unas gotas de zumo de limón o un chorrito de vinagre y prueba el guiso hasta que consigas el equilibrio deseado.
TRUCO 5: AÑADIR AZÚCAR O MIEL
En pequeñas cantidades, el azúcar o la miel pueden suavizar el sabor salado. Ten cuidado de no endulzarlo demasiado.
TRUCO 6: INCORPORAR MÁS INGREDIENTES SÓLIDOS
Si es posible, añade más ingredientes como verduras, legumbres o carne, para aumentar el volumen y reducir la concentración de sal.
Come bien, vive mejor, con RECETAS LIGHT
Más vida, más salud, en ADELGAZAR.NET