Esta receta de alcachofas a la plancha es tan sencilla como sabrosa. Un plato sano y natural con verdura fresca, para tomar solo o acompañando carnes, huevos y pescados.

ELABORACIÓN de las alcachofas a la plancha

Si las alcachofas son pequeñitas y tiernas sólo tenemos que lavarlas y secarlas, limpiarlas bien de las hojas duras dejando los cabos, cortarlas por mitades, frotarlas con limón y ponerlas en la plancha caliente con un hilo de aceite dejando que se doren por los dos lados hasta que estén al dente pero cocidas. En el plato de servicio le ponemos unos granos de sal gruesa y un golpe de pimienta recién molida.
Si las alcachofas son más duras tendremos que darles unos minutos de cocción. Es mejor hacerlas al vapor enteras unos minutos, limpiar las hojas que queden más duras y cortarlas por la mitad o en cuartos, según el tamaño que tengan. Se dejan escurrir un buen rato en un colador y secan bien (esto es muy importante para el resultado final) y se llevan entonces a la plancha caliente, con un hilo de aceite dejando que doren por los dos lados.

Esta receta no queda bien con alcachofas troceadas congeladas ni alcachofas ‘de bote’ a no ser que sean grandes y de muy buena calidad. Las pequeñas se desmoronan y pierden el buen aspecto.
Podemos servir estas alcachofas a la plancha con un mojo de ajo y perejil con aceite de oliva virgen extra o simplemente con un hilo de aceite de oliva y unas gotas de limón. También podemos añadir por encima una fritada de ajos en aceite de oliva.
Si vas a tomar estas alcachofas a la plancha solas añade a nuestra receta unas virutas de jamón y cebolla frita crujiente, como hacen en el Restaurante Baco de Sevilla (foto inmediatamente inferior) y tendrás un plato completo.