Esta es la receta básica del caramelo líquido. Es muy sencilla pero tiene unos pequeños trucos que te ayudarán a prepararlo mejor y siempre al punto.

Azúcar, 5 o 6 cucharadas
Agua, 2 cucharadas
Jugo de limón, un chorrito, el resultado de presionar medio limón con la mano una vez

ELABORACIÓN del caramelo líquido

Ponemos 5 ó 6 cucharadas de azúcar en una sartén y añadimos un chorrito de agua (3 partes de azúcar por una de agua) y unas gotas de jugo de limón (el resultado de apretar una vez el limón). Damos vueltas para mezclar el agua con el azúcar y el limón y ya no removemos más.
Las gotas de limón hacen que el caramelo no cristalice tan rápido una vez preparado y podemos usarlo con más tranquilidad.
Dejamos que el azúcar empiece a derretirse y a oscurecer sin remover ni tocar para que no se nos bloquee. Si lo tocas que sea con cuchara de madera, con las de metal reacciona.
Alcanza el punto deseado cuando al echar una gota en una superficie plana se pone compacta y de color dorado rápidamente. Hay que utilizarlo al momento, antes de que enfríe, y manipularlo con cuidado porque quema mucho.
Cuando caramelices un molde deja que el azúcar se compacte y después ya puedes poner la mezcla del postre que vayas a hacer.