La salsa rouille es una deliciosa creación de origen francés, un condimento versátil y cada día más apreciado en la cocina mediterránea.
Su nombre, «rouille,» proviene de la palabra francesa que significa «óxido,» debido a su característico color rojizo. Esta salsa se originó en la región de Provenza, en el sureste de Francia, y ha sido un acompañamiento tradicional en diversos platos a lo largo de los años.
Ingredientes de la salsa rouille
- 1 taza de aceite de girasol (también puede ser una mezcla de oliva y girasol)
- 2 yemas de huevo
- Unas gotas de zumo de limón
- Sal y pimienta al gusto
- 1 diente de ajo
- Opcional: 2 cucharadas de pan rallado o 2 rodajas de patatas cocida para darle consistencia
- 1/2 cucharadita de pimentón o 1 pimiento rojo asado (tipo piquillo)
- Unas hebras de azafrán (opcional, pereo es recomendable si vas a acompañar pescados)
Elaboración rápida de la salsa rouille
- Prepara una mayonesa usando las dos yemas, el aceite, el limón, sal y pimienta. Debe quedar más bien espesa.
- Cuando la tengas lista, añade al vaso de la batidora el ajo picado. Puedes saltearlo al fuego en aceite si no te gusta el ajo crudo o prefieres un sabor más suave, pero retíralo antes de que dore.
- Añade el pimentón dulce y una pizca de pimentón picante o cayena si quieres darle chispa. Estos dos ingredientes le darán a la salsa rouille su característico color y sabor. Puedes sustituir por pimiento rojo asado si quieres un sabor más suave.
- Puedes incorporar un poco de azafrán en polvo y pan rallado o patata cocida para dar consistencia a la salsa.
- Tritura todo hasta que quede una salsa lisa, como la mayonesa original. Prueba la salsa y ajusta los condimentos según tu gusto personal.
- Deja reposar la salsa rouille en el refrigerador durante al menos 30 minutos antes de servirla. Esto permitirá que los sabores se mezclen y se integren mejor.
Elaboración tradicional de la salsa rouille (majado a mano)
- En un mortero, machaca el ajo con una pizca de sal hasta obtener una pasta suave.
- Agrega el pan rallado y mezcla bien con el ajo.
- Añade las yemas de huevo y mezcla hasta que la mezcla esté bien combinada.
- Agrega el pimentón o el pimiento rojo asado y pon el azafrán si lo vas a usar. Añade el zumo de limón.
- Poco a poco, incorpora el aceite de oliva, batiendo constantemente hasta obtener una textura cremosa. Agrega más aceite si es necesario para alcanzar la consistencia deseada.
- Prueba la salsa rouille y ajústala con sal y pimienta al gusto.
¿Qué platos podemos acompañar con salsa rouille?
La salsa rouille tradicionalmente, se sirve con la sopa bullabesa o como acompañamiento de mariscos, como gambas, langostas o mejillones. También es un aderezo sabroso para sándwiches y panes, especialmente cuando se preparan bocadillos de pescado o mariscos.
Origen y curiosidades sobre la Salsa Rouille
La historia de la salsa rouille se remonta a la región costera de Provenza, donde la pesca siempre ha sido una parte fundamental de la vida y la economía. La receta original se asocia comúnmente con la ciudad de Marsella, que es famosa por su bouillabaisse, una sopa de pescado rica y sabrosa. La bouillabaisse se preparaba con una variedad de pescados locales y se servía con una guarnición de pan y ajo machacado. Los pescadores locales comenzaron a combinar el ajo y el pan con aceite de oliva y otros ingredientes, dando origen a la salsa rouille.
La receta de la salsa rouille ha evolucionado con el tiempo, adaptándose a los ingredientes disponibles y a los gustos contemporáneos. Originalmente, se hacía con ajo, pan rallado, aceite de oliva, pimiento rojo (a menudo pimiento de cayena), y azafrán. La yema de huevo se ha incorporado para darle una textura más cremosa, y el pimiento rojo y el azafrán se añaden para darle un color y un sabor distintivos.
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