Esta tarta de queso y membrillo sin horno siempre sale bien si respetas las cantidades de la receta. Tiene mucho sabor a queso y combina de maravilla con unos frutos secos para decorar.

Relleno: 200 ml de leche – 200 g de queso crema – 100 g de quesitos tipo Caserío o Tranchettes – 100 g de azúcar – 200 ml de nata líquida para montar – 6 hojas de gelatina (o 1 sobre de gelatina neutra en polvo).
Base de galletas: 200 g de galletas – 80 g de mantequilla sin sal.
Cobertura de membrillo: Entre 300 y 400 g de dulce de membrillo (ver receta aquí) según el grosor de cobertura que te guste – Agua – 3 hojas de gelatina (o medio sobre de gelatina neutra en polvo)
Para esta receta tenemos que usar un molde desmontable de 20 cm.

ELABORACIÓN de la tarta de queso y membrillo

Para la base de la tarta: Pasamos las galletas por la batidora hasta que se conviertan en ‘harina’ y la mezclamos con la mantequilla derretida (en el microondas 15 o 20 segundos). Cubrimos la base del molde con la mezcla y la prensamos muy bien para que se compacte. Reservamos en frío y mientras tanto seguimos con la receta.

Para el relleno: Si la gelatina es en hojas la hidratamos en un poco de agua fría 19 min. Si es en polvo la diluimos en un poco de leche calentada en el microondas.
Montamos la nata hasta que espese y aumente de volumen. Podemos hacerlo en la batidora. Añadimos la leche con el queso, el azúcar y los quesitos y ponemos también la gelatina.
Mezclamos muy bien todo y cubrimos con esta mezcla la base de galletas, con cuidado para que no se levante la base de galletas. Dejamos que cuaje la tarta en la nevera el tiempo necesario para poder poner la cobertura. Tiene que estar al menos 4 horas.

Para hacer la cobertura derretimos el membrillo al fuego o en el microondas con medio vasito de agua, Cuando rompa a hervir retiramos del fuego y al momento añadimos la gelatina hidratada mezclando bien. Dejamos templar un poco hasta que tenga textura de una crema. Cubrimos la tarta igualando la superficie.
La tarta tendrá que enfriar en la nevera unas horas, o de un día para otro, hasta que cuaje por completo.

Si quieres un textura más ligera elimina la base de galletas. La tarta queda muy consistente de todas formas (foto superior).
Tiene mucho sabor a queso y puedes cambiar la cobertura a tu gusto poniendo mermelada de higos, miel y frutos secos… a tu gusto.