Las berenjenas con salmorejo son uno de los tapeos preferidos en muchas mesas de sur. Sigue estos consejos y te quedarán siempre en su punto, crujientes y doradas.

ELABORACIÓN de las berenjenas con salmorejo

Cortamos las berenjenas en rodajas no muy gruesas o en bastoncitos y las ponemos en un colador espolvoreando sal por encima durante media hora para que suelten todo el líquido posible. Este paso es muy importante para que queden bien crujientes, porque deben soltar todo el líquido posible.
Después las metemos un mínimo de 15 min en un bol con cerveza rubia corriente intentando que queden bien cubiertas. Este paso no es imprescindible pero ayuda a que frían mejor y queden crujientes.
Las secamos muy bien con papel de cocina (¡también importante para que queden crujientes!) y las pasamos por harina especial para freír o harina de repostería.
Las llevamos a una sartén o freidora con aceite caliente (en freidora 170 grados) y freímos hasta que doren. Sacamos y escurrimos sobre papel de cocina para que suelten el exceso de grasa.
Para hacer el salmorejo cordobés clásico puedes seguir nuestra receta AQUÍ.
Servimos las berenjenas calientes, al momento, salseadas con el salmorejo por encima o en un bol aparte para ir mojándolas en la salsa. Si quieres puedes rematar el plato con taquitos de jamón picado.

Si lo prefieres puedes preparar las berenjenas rebozadas pasándolas por harina y luego por huevo batido antes de freír.
No es necesario pelar las berenjenas si tienen la piel firme.