INGREDIENTES
- 1/2 kg. de patatas
- 1 huevo
- 1/2 kg. harina
- Sal y una pizca de nuez moscada
ELABORACIÓN de los ñoquis de patata caseros
- Hervimos las patatas peladas enteras en agua con sal. Una vez cocidas las trituramos con un tenedor cuando todavía estén calientes. Rápidamente agregamos la harina, sal y nuez moscada y mezclamos bien. Incorporamos el huevo batido y lo trabajamos todo junto.
- La masa de los ñoquis debe quedar compacta y despegarse con facilidad de las manos. Formamos sobre una superficie enharinada unas tiras redondas y largas, como longanizas, y las vamos cortando en porciones pequeñas (podemos rayarlas un poco por la parte superior con un tenedor). Así se cocinan más rápido y ‘cogen’ mejor la salsa. A mi me gustan irregulares, más rústicos, pero eso queda a tu gusto.
- En el momento que les des forma los metes en el agua a hervir, porque si esperas más tiempo la masa se humedece al momento y se queda blanda. Tendrás que poner más harina y quedarán muy duros. Como te digo los vamos echando en agua que ya esté hirviendo con sal. En cuanto salgan a la superficie es que ya están hechos (aunque a mí me gusta dejarlos un poquito más para que se hagan bien por dentro) y los vamos sacando con una espumadera.
- Una vez apartados se dejan secar sobre un plato o bandeja. Ya sólo tienes que rehogarlos en mantequilla y servirlos con salsa de tomate, boloñesa, salsa de roquefort, salsa de ahumados, o cualquier crema a base de nata, de queso, o alguna otra adecuada para pasta gruesa. Aquí podéis ver ideas de salsas para pastas.
CONSEJOS Y COMENTARIOS
- Para aromatizar y dar color y sabor a los ñoquis de patata caseros puedes añadir a la masa un puré preparado con alguna verdura cocida y muy bien escurrida. Le va muy bien la espinaca, zanahoria, calabaza… Siempre deben ser verduras de textura cremosa, que aporten sabor sin añadir fibras ni hilos. Para las cantidades de esta receta te bastarán 200 gr de verdura cocida. Recuerda siempre que puedes ajustar la cantidad de harina para que la masa tenga buena consistencia.
- Otra forma de dar color es añadir una cucharada de salsa de tomate concentrado o tomate frito.
- Una ver formados y sin hervir aún, los pones en una bandeja sin apelmazarlos y los metes en el congelador. Pasada una hora, cuando hayan congelado, los sacas y ya puedes guardarlos en bolsas de congelación. Así no se pegarán unos
- con otros. Para consumirlos ponlos directamente sin descongelar en el agua hirviendo.
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