Para elaborar este centro de fruta confitada: 1 kg de fruta limpia y pelada (el peso es de la pulpa, la fruta ya limpia), 1 kg de azúcar.

Cómo hacer fruta confitada

Cortar la fruta (peras, piña, ciruelas, melocotones, albaricoques, cerezas…) en rodajas gruesas y despepitarlas, o dejarlas enteras en el caso de las peras si son pequeñas.
Cubrir la fruta con agua y cocer durante 10 minutos para que se ablande un poquito.
Escurrimos muy bien la fruta y reservamos 1 litro del líquido de la cocción.
Añadimos al líquido 500 g de azúcar y llevamos al fuego para hacer un almíbar sin que llegue a hervir.
Ponemos la fruta en una cazuela grande y cubrimos con el almíbar cuidando que quede sumergida la fruta (podemos ponerle un peso encima) y dejamos así 24 h.
En los dos días siguientes añadimos al almíbar 250 g de azúcar, llevamos a ebullición y volvemos a cubrir la fruta un día entero.
El tercer día después del reposo hervimos la fruta 5 min. en su almíbar (hecho ya con 1 kg de azúcar) y la sacamos para dejarla secar.
Ponemos la fruta encima de una rejilla para que escurra y secamos en el horno a 120º C, hasta que esté completamente seca dándole vueltas por todos lados para que se seque por igual.

Para glasearlas hervimos 200 g de azúcar con 50 ml de agua. Pasamos las piezas de fruta secas por agua muy caliente y luego por el azúcar y las dejamos secar. Podemos simplemente pasar la fruta por azúcar glas.