Esta receta de mantequilla de cacahuete es muy sencilla y el resultado es muy natural, con una crema mucho más sabrosa que la que compras envasada.
La mantequilla de cacahuete tiene su origen en EEUU y su creación se atribuye al médico canadiense Marcellus Gilmore Edson, quien patentó una pasta de cacahuetes en 1884 como alimento para personas con dificultades para masticar. Más tarde, en 1895, el estadounidense John Harvey Kellogg, conocido por los cereales, perfeccionó la receta añadiendo un proceso de tostado. La manteca de cacahuete ganó popularidad a principios del siglo XX gracias a su valor nutricional y su bajo coste. Hoy en día, es un alimento icónico en Estados Unidos y se consume en todo el mundo.
INGREDIENTES de la mantequilla de cacahuete
- 2 tazas de cacahuetes fritos con sal o fritos con miel si quieres darle un punto dulce
- 1 taza de cacahuetes tostados (sin la piel)
- aceite de soja o de girasol, que no aporte sabor
- sal fina
ELABORACIÓN de la mantequilla de cacahuete
- Pasamos los cacahuetes por la batidora (o picadora, si quieres que tenga una textura ‘crunchy’) y vamos incorporando aceite en un hilo hasta que el resultado sea una pasta espesa y untuosa. Ten en cuenta que cuando la pasta enfríe quedará más espesa.
- Salamos al gusto con sal fina y guardamos en recipientes herméticos.
- Servimos la manteca en preparaciones dulces (galletas, untada en bizcochos…) o en sándwiches con rodajas de plátano o mermeladas (perfecto con mermelada de melocotón).
Cómo hacer mantequilla de cacahuete en Thermomix
Poner los cacahuetes en el vaso y triturar en velocidad progresiva. Bajas los restos con la espátula. Añadir el aceite en un hilo por el bocal superior en vel. 6 hasta que la pasta sea lisa y homogénea.
Trucos y alternativas para hacer la mantequilla de cacahuete casera
- Puedes usar sólo cacahuetes fritos de los corrientes pero el detalle de añadir los tostados consigue un sabor más original e intenso.
- Si compras los cacahuetes salados puede que no sea necesario añadir sal. En cualquier caso prueba la mezcla y regula el nivel de sal a tu gusto.
- Si queremos que el resultado sea ‘crunchy’ (con trocitos) separamos unas cucharadas de cacahuete picado antes de incorporar el aceite y lo añadimos a la crema final.
Qué usos puedo dar a mi mantequilla de cacahuete casera
La mantequilla de cacahuete es un ingrediente que puede enriquecer diferentes platos, tanto dulces como salados. Aquí tienes siete ideas para sacarle el máximo partido:
- En batidos: Añade una cucharada de mantequilla de cacahuete a un batido de plátano y leche para aportar cremosidad y un extra de proteínas.
- Salsas saladas: Úsala como base para preparar salsas, como una salsa de cacahuete para acompañar rollitos de primavera o pollo satay, mezclándola con soja, jengibre y un toque de miel.
- Tostadas y desayunos: Extiende mantequilla de cacahuete sobre tostadas y acompaña con rodajas de plátano o mermelada para un desayuno rápido y energético.
- Galletas y repostería: Incorpórala en recetas de galletas o brownies para obtener un toque único de sabor y una textura cremosa. Aquí puedes ver nuestra receta de galletas de mantequilla de cacahuete.
- Aliños para ensaladas: Mezcla manteca de cacahuete con zumo de lima y aceite de sésamo para crear un aliño exótico ideal para ensaladas con toques asiáticos.
- En smoothies bowls: Añade un poco de mantequilla de cacahuete sobre un bol de frutas y granola para realzar el sabor.
- Rellenos: Utilízala como relleno para dátiles o en sándwiches con chocolate, creando un contraste dulce y salado.
Variedades de la crema de cacahuete casera
Existen varias variedades de mantequilla de cacahuete, adaptadas a diferentes gustos y necesidades dietéticas. Algunas de las más comunes incluyen:
- Tradicional o clásica: Hecha únicamente de cacahuetes molidos, con o sin sal añadida. Es la versión más básica y natural.
- Cremosa: Su textura es suave y homogénea, ideal para untar o incorporar en recetas como batidos o salsas.
- Con trozos (crunchy): Contiene pequeños trozos de cacahuete, lo que aporta una textura crujiente y un sabor más intenso.
- Endulzada: Se le añaden azúcares o miel para un toque dulce, popular en postres o como complemento de tostadas.
- Sin azúcar ni sal: Una opción más saludable, adecuada para quienes buscan evitar aditivos.
- Baja en grasa: Elaborada con menos cantidad de grasa o con grasas reducidas, aunque a veces se sustituye por otros ingredientes menos naturales.
- Con sabores adicionales: Algunas marcas ofrecen variedades con chocolate, coco, vainilla o incluso canela para diversificar su uso.
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