Esta receta de charlota de fresas se puede preparar con muchos rellenos y texturas diferentes. Nosotros hemos optado por una mezcla de queso Mascarpone y yogur, pero puedes usar queso crema de untar o una mezcla como la que usamos de relleno en la tarta de queso fría.

ELABORACIÓN de la charlota de fresas

Para comenzar con esta charlota de fresas, forramos un molde desmontable con los bizcochos de soletilla cortados para que alcances justo a borde. Hay que disponerlos como se ve en la foto, con la parte lisa hacia dentro. Con los restos forramos también el fondo del molde, en el que habremos dispuesto un papel satinado de horno.
Hidratamos las hojas de gelatina en agua unos 10 minutos. Batimos en la batidora el queso con el yogur y el azúcar hasta que quede perfectamente integrado..
Escurrimos las hojas de gelatina y las ponemos en un vaso. La ponemos entre 3 y 5 segundos en el microondas para que se disuelva. Lo añadimos a la mezcla de la batidora y batimos un poco más para que quede bien mezclado.
Ponemos la mitad de la mezcla sobre los bizcochos en el molde. Cubrimos con una capa de fresas cortadas menuditas. Seguimos con el resto del queso y terminamos decorando con medias fresas bien ordenadas por la superficie.
Cobertura: Ponemos en un vaso el agua y el azúcar. Hidratamos la hoja de gelatina que nos quedaba en agua fría.
Metemos el agua con azúcar al microondas 30 segundos, sacamos y añadimos la hoja de gelatina hidratada mezclando bien hasta que se disuelva. Pintamos con una broche la superficie de la charlota de fresas para que brille y dejamos enfriar en la nevera unas horas hasta el momento de servir para que el interior resulte consistente y esté bien cuajado.