A veces encontramos en el mercado una gran oferta, o unas verduras con una pinta excelente pero no nos llevamos una cantidad demasiado grande por miedo a que acaben madurando demasiado y tengamos que tirarlas. ¿Por qué no las congelamos?
Antes de congelar las verduras debemos saber una cosa: no es aconsejable congelar las verduras frescas directamente. ¿Por qué? Por varias razones.
- En primer lugar, si congelamos las verduras crudas directamente, tras 3 o 4 semanas en el congelador perderán su color, sabor y propiedades.
- Por otro lado es importante tratarlas previamente para eliminar la actividad enzimática y eliminar microorganismos no deseados.
Debemos recordar que la congelación no destruye las bacterias sino que las inactiva. Una vez descongelados podrían volver a reactivarse. Por lo que tratarlas previamente es una necesidad. Es importante también que al congelarlos utilicemos los envases adecuados: bolsas selladas, papel film o, directamente un tupper son las formas más seguras de congelar nuestras verduras.
Aquí tienes varias técnicas para que veas cómo congelar la verdura en casa sin que pierdan sabor ni propiedades.
Blanqueamiento de las verduras
Se trata de una técnica mediante la cual se hierve la verdura durante un periodo muy corto de tiempo. El agua debe contener unas gotitas de limón o vinagre, estar hirviendo en el momento de meter las verduras y, aunque cada verdura tiene sus peculiaridades, el tiempo de cocción no debe superar los 3 o 4 minutos excepto en verduras muy especiales como la remolacha, que serán unos 6 o 7. En cuanto apartemos las verduras del fuego, debemos sumergirlas en agua fría por el mismo tiempo y ya estarán listas para congelar una vez escurridas a conciencia.
Cocción al vapor
En este caso utilizaremos una vaporera, la colocaremos sobre una olla con agua hirviendo y esperaremos unos minutos. El proceso pone de manifiesto un color más brillante de la pieza de verdura. Es en ese momento cuando debemos parar el proceso de cocción e introducir los alimentos en agua fría.
Cocinado completo
Otra forma de no dejar que las verduras se echen a perder en nuestra nevera es cocinarlas completamente antes de congelarlas. Podemos cocinar un fantástico pisto de verduras, una salsa de tomate natural, un puré de calabacines o unas zanahorias cocidas. Cocina tu plato favorito, espera a que se enfríe, mételo en un tupper y al congelador. Así, además de conservarse, cuando las queramos comer solo tendremos que descongelar, calentar el plato… ¡y a disfrutarlo!
Algunas verduras y hortalizas merecen un tratamiento especial. Aquí puedes ver también Cómo congelar tomates y Cómo congelar patatas.
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