Aquí tienes dos métodos fáciles para hacer buttermilk casera de forma fácil y rápida. Te contamos como usarla para enriquecer tus platos.
La buttermilk es un producto lácteo que se obtiene al fermentar la leche, generalmente con bacterias lácticas. Tradicionalmente, se producía a partir del suero que quedaba después de batir la nata para hacer mantequilla, de ahí que se conozca también como ‘suero de mantequilla». Hoy en día se suele simular ese proceso agregando ácido a la leche para espesarla y fermentarla. Su sabor por tanto es característicamente ácido y tiene una consistencia algo más espesa que la leche regular.
En la cocina contemporánea, especialmente en Estados Unidos y en países europeos, se suele utilizar una versión industrial de buttermilk, que se produce agregando cultivos bacterianos a la leche desnatada o semi-desnatada, lo que da como resultado un producto fermentado similar en sabor y textura a un yogur ligero.
Nosotros te proponemos hacer buttermilk en casa, es muy sencillo y el resultado es mucho más natural. Recuerda que la buttermilk casera puede conservarse en la nevera por unos días, pero es mejor utilizarla lo antes posible para obtener mejores resultados en tus recetas.
Método 1 para hacer buttermilk casera con vinagre o zumo de limón
Ingredientes: 1 taza de leche entera (es mejor si está tibia) y 1 cucharada de vinagre blanco o jugo de limón
- Vierte el vinagre blanco o el jugo de limón en un recipiente y agrega la leche previamente calentada 30 segundos en el microondas a potencia máxima..
- Revuelve bien y deja reposar la mezcla a temperatura ambiente durante aproximadamente 10 minutos. Verás que la leche comienza a espesarse y a cuajarse.
- Después de 10 minutos, la buttermilk casera estará lista para usar.
Método 2 para hacer buttermilk casera con yogur
Ingredientes: 1 taza de leche entera y 1 cucharada de yogur natural
- Mezcla el yogur natural y la leche en un recipiente hasta que estén bien combinados.
- Cubre el recipiente con un plato o una tapa y déjalo reposar a temperatura ambiente durante aproximadamente 12-24 horas. Durante este tiempo, la mezcla se espesará y fermentará, convirtiéndose en buttermilk.
Beneficios de la buttermilk
- Bajo en grasa: La buttermilk cultivada se hace generalmente a partir de leche desnatada o semi-desnatada, lo que la hace baja en grasa en comparación con otros productos lácteos.
- Rica en probióticos: Al igual que otros productos lácteos fermentados, la buttermilk puede ser una fuente de probióticos, que son bacterias beneficiosas para el sistema digestivo.
- Contenido nutricional: Es una buena fuente de calcio, vitamina B12, riboflavina y potasio.
Usos de la Buttermilk en la cocina
- Levadura en productos horneados: La acidez de la buttermilk puede reaccionar con agentes leudantes como el bicarbonato de sodio, produciendo dióxido de carbono que ayuda a que los productos horneados suban y queden esponjosos y ligeros. Esto es especialmente útil en recetas de panes, bizcochos y muffins.
- Ablandar carnes: La acidez de la buttermilk también puede actuar como un ablandador natural para las carnes, rompiendo las proteínas y haciendo que la carne sea más tierna. Por esta razón, es común usarla en marinadas para pollo y otras carnes.
- Mejora de textura y sabor: En productos horneados y salsas, la buttermilk aporta una textura cremosa y un sabor ligeramente ácido y complejo, enriqueciendo el perfil de sabor del plato final.
- Base para salsas y aderezos: Su textura cremosa y su perfil de sabor hacen de la buttermilk un ingrediente excelente para aderezos y salsas, como el salsa Ranch, de la que es un ingredientes clásico.
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