Aquí te contamos cómo hacer un caldo de pollo al estilo tradicional y con alguna otra variedad, pero siempre con ingredientes sencillos y naturales.
Un buen caldo de pollo es la base de muchos otros platos y no solamente de una sopa de pollo como la que ves en la foto. Aprender a prepararlo de forma adecuada es uno de los básicos en la cocina, y cuando ya lo has preparado muchas veces, es cuestión de personalizarlo a tu gusto quitando o añadiendo ingredientes. Nosotros te vamos a contar la preparación básica.
Como regla general aquí tienes algunos consejos para hacer un caldo de pollo perfecto.
- Escoge ingredientes de calidad y no intentes aprovechar verduras algo pochas que tengas por la nevera. El resultado se resentirá.
- Prepara el caldo a fuego lento si quieres lucirte de verdad. La olla a presión es más rápida pero el sabor del caldo no es el mismo.
- Espuma bien la superficie cuando comience el hervor. Hay que eliminar todas las impurezas antes de seguir con la cocción.
- Desgrásalo cuando esté frío. Una vez enfríe el caldo retira toda la capa de grasa que se haya formado en la superficie. El sabor será menos concentrado pero más delicado y suave, además de ahorrar muchas calorías.
- El caldo se puede congelar en herméticos bien cerrados. Así tendrás siempre a mano un buen caldo para tus mejores platos y sopas. Lo puedes descongelar directamente unos minutos en el microondas a potencia máxima.
INGREDIENTES para hacer un caldo de pollo (entre 2 y 3 litros de caldo)
- Medio pollo sin piel y 2 carcasas de pollo (o si lo prefieres, usa un pollo entero si es pequeño)
- 2 puerros
- 1 nabo
- 1 cebolla pequeña
- 2 pencas de apio
- 1 zanahoria
- Opcional: Algún hueso de jamón o de rodilla de ternera para potenciar el sabor
- 1 hoja de laurel
- 1 cucharada sopera de sal y una pizca de pimienta (si lo prefieres, puedes utilizar una pastilla de caldo concentrado, pero disfrazará un poco el sabor natural de nuestra receta)
- Perejil
Cómo hacer un caldo de pollo
Cómo hacer un caldo de pollo al estilo tradicional
- Ponemos todos los ingredientes en una cazuela grande y honda donde quepa bien todo. El pollo debe estar bien limpio. Puede eliminar la piel o dejarla si lo prefieres, a tu gusto. Aquí puedes ver información sobre la piel del pollo.
- Cubrimos con agua (son unos 4 litros) y llevamos a ebullición.
- Las verduras las debemos añadir peladas y troceadas, incluido lo verde del puerro y las hojas del apio. Adereza con la pimienta, una cucharada de sal y una rama de perejil.
- Cuando empieza la ebullición hay que ir espumando la superficie con la espumadera para eliminar impurezas hasta que quede limpio.
- En olla tradicional hay que cocer a fuego lento durante una hora y media, hasta que quede un potente y sabroso. En olla exprés lo tendrás en una media hora.
- Una vez terminado, lo colamos y ya podemos usarlo o consumirlo. Una vez frío es fácil eliminar la grasa que queda en la superficie.
Cómo hacer un Caldo de pollo oscuro al estilo francés, perfecto para consomés
- Si queremos que el caldo quede con un bonito color oscuro y dorado, doramos en un poco de aceite de oliva los trozos de pollo y las carcasas. No hace falta poner mucho aceite para no pasarnos con la grasa.
- Una vez dorado el pollo añadimos las verduras y damos unas vueltas. Pasados 5 minutos cubrimos con agua y subimos el fuego.
- En cuanto empiece a hervir tenemos que desespumar bien el caldo con la espumadera. Cuando deje de emerger espuma a la superficie ya podemos tapar (o cerrar la olla) y dejar que se haga el caldo: una hora y media en cocción tradicional y media hora en la olla exprés.
El caldo de pollo en la cocina internacional
El caldo de pollo es un pilar fundamental en muchas cocinas del mundo y se utiliza como base para innumerables preparaciones, aportando sabor, profundidad y haciendo los platos más nutritivos.
- En la cocina china, el caldo de pollo es la base del congee, una especie de sopa espesa de arroz que se disfruta tanto en el desayuno como en la cena, y también de la sopa wonton, un plato tradicional en el que los dumplings se cocinan en un caldo ligero pero lleno de sabor.
- En la cocina francesa, el caldo de pollo es esencial para preparar la clásica sopa de cebolla francesa, donde se combina con cebolla caramelizada y se cubre con una capa de pan y queso gratinado. También se utiliza en la velouté, una de las salsas madres francesas, que se elabora con caldo de pollo y roux (harina y mantequilla), y es la base de múltiples salsas y cremas en la gastronomía francesa.
- En México, el caldo de pollo es la base de la sopa de tortilla, que se enriquece con chiles, jitomate y se sirve con tiras de tortilla crujiente, aguacate y queso. En la gastronomía italiana, el caldo de pollo se utiliza como base para el risotto, donde el arroz se cocina lentamente, absorbiendo el sabor del caldo y creando una textura cremosa.
- En la cocina japonesa, el caldo de pollo se utiliza en ramen de pollo (torigara shoyu ramen), un plato en el que el caldo es el protagonista y aporta el sabor principal al resto de ingredientes. Estos platos demuestran cómo el caldo de pollo es una base versátil, capaz de adaptarse y resaltar los sabores característicos de cada cultura.
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