Aquí tienes nuestra receta de cupcakes red velvet, fáciles de preparar y con un frosting de queso sencillo y rico rico.

INGREDIENTES

150 g de harina
1 cucharada colmada de cacao puro en polvo
150 de azúcar
60 g de mantequilla (sacarlo una media hora antes del frigorífico para que no esté muy fría y dura)
120 ml de leche + 1 cucharadita de zumo de limón o vinagre blanco (para la buttermilk)
1 huevo
2 cucharaditas de esencia de vainilla
1 cucharadita de vinagre blanco
½ cucharadita de bicarbonato sódico
1 cucharadita de colorante rojo en pasta

Para el frosting de queso

225 g de queso crema
75 g de mantequilla
100 g de azúcar glas
1 cucharadita de esencia de vainilla

ELABORACIÓN de los cupcakes red velvet

Ponemos el horno a precalentar a 170º.
Lo primero que vamos a hacer es la buttermilk y para ello mezclaremos la leche con la cucharadita de zumo de limón. Dejamos la mezcla unos 10 o 15 minutos, con ello ya tendremos nuestra buttermilk casera.
En un bol batimos a velocidad alta la mantequilla con el azúcar, hasta tenerlo todo integrado.
Sin dejar de batir, añadimos el huevo y las cucharaditas de vainilla.
En un bol aparte, tamizamos la harina junto con el cacao en polvo y lo vamos incorporando a la mezcla anterior, alternando con la buttermilk para asegurarnos que todo queda bien integrado. Aquí batimos a baja velocidad o con una espátula, para no sobrebatir la masa.
Procedemos a mezclar el bicarbonato sódico con la cucharadita de vinagre y cuando burbujee lo añadimos a la masa y lo integramos bien.
Por último añadimos el colorante en pasta rojo. Es mejor que sea en pasta porque los que son de gel no tiñen igual de bien, nos quedaría un color marrón y por mucho que le añadiésemos nunca cogería el color rojo característico de este pastel.
Preparamos nuestra bandeja de cupcakes con sus cápsulas de papel y llenamos unos dos tercios de capacidad, ya que con el calor subirán.
La introducimos en el horno durante unos 20 minutos y comprobamos que están hechas con un palillo.
Dejamos enfriar del todo antes de preparar el frosting.

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Elaboración del frosting de queso

Procedemos a batir la mantequilla un poco para ablandarla. Vamos añadiendo en varias tandas el azúcar glas, y finalmente la vainilla.
Añadimos todo el queso crema de una vez. Es importante el queso esté bien frío.
Batimos rápido pero no durante mucho tiempo para que la masa no se ponga blanda.
Una vez todo batido y para que tenga más consistencia, podemos introducirlo en el frigorífico tapándolo con film transparente para que no pierda consistencia.
Para la decoración, podemos usar una simple espátula. Pero si sois muy mañosos, también se puede usar la manga pastelera y una boquilla que os guste y proceder a decorar vuestros cupcakes.

CONSEJOS Y COMENTARIOS

El secreto de la esponjosidad de esta masa red velvet es el uso de la buttermilk.

Recuerda que para que te quede un buen frosting, debes usar el queso crema bien frío y no batirlo demasiado ya que es una masa que tiende con facilidad a ablandarse.