Esta receta de ensalada de garbanzos con tomate y mozzarella es fresca y ligera, pero a la vez es una propuesta completa, nutritiva y consistente que puede servirse como plato único.
Ingredientes de la ensalada de garbanzos con tomate mozzarella
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1 bote de garbanzos cocidos en conserva (aproximadamente 400 gramos, bien escurridos)
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150 gramos de tomates cereza, cortados por la mitad
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120 gramos de bolitas de mozzarella pequeñas, también cortadas por la mitad
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Un puñado de hojas de albahaca fresca
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Un puñado de aceitunas negras, cortadas en rodajas finas
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4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
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2 cucharadas de vinagre de vino blanco o un buen vinagre de Jerez (o el que prefieras)
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Sal al gusto
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Una pizca de ajo en polvo (opcional)
Cómo hacer la ensalada de garbanzos con tomate y mozzarella
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Preparar los garbanzos: Abre el bote de garbanzos, escúrrelos bien y enjuágalos bajo agua fría para eliminar el exceso de sal y conservante. Déjalos escurrir mientras preparas el resto de los ingredientes.
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Cortar los ingredientes: Mientras los garbanzos se escurren, corta los tomates cereza por la mitad, las bolitas de mozzarella también por la mitad y las aceitunas en rodajas finas.
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Hacer la vinagreta: En un bol pequeño, mezcla el aceite de oliva, el vinagre y la sal a tu gusto. Si te gusta el ajo y quieres darle un poco más de sabor a la ensalada de garbanzos con tomate y mozzarella, añade una pizca de ajo en polvo o un diente de ajo, pequeño triturado. Bate bien hasta que todo esté bien integrado.
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Mezclar bien la ensalada de garbanzos con tomate y mozzarella: En un bol grande, añade los garbanzos escurridos, los tomates cortados, la mozzarella y las aceitunas. Vierte la vinagreta sobre los ingredientes y mezcla delicadamente para que todo se impregne bien del sabor.
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Cuándo añadir la albahaca: Finalmente, corta las hojas de albahaca en tiras finas o simplemente rómpelas con las manos y añádelas a la ensalada. Esto añade un toque aromático y fresco que va perfecto con el resto de ingredientes. No añadas la albahaca hasta el final, cuando la vayas a servir, para que no se poche.
Trucos y alternativas para preparar y servir la ensalada de garbanzos con tomate y mozzarella
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Presentación: Puedes servir esta ensalada en un plato grande como centro de mesa, o en porciones individuales. Si quieres darle un toque más profesional, usa un molde redondo para emplatar y darle forma, o simplemente coloca una hoja de lechuga romana grande en el fondo del plato y sobre ella pones un cucharón de ensalada.
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Alternativas de ingredientes: Si no te gustan las aceitunas negras, puedes usar verdes o incluso omitirlas. La mozzarella se puede sustituir por queso Feta, que también le da un sabor diferente pero igual de delicioso. Si prefieres más verduras, añade pimientos rojos cortados en trocitos o pepino en cuadraditos.
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La vinagreta es muy personal. Si te gusta más ácido, añade más vinagre. Si prefieres algo más suave, un poco más de aceite. Otra opción es incorporar un poco de mostaza de Dijon a la vinagreta para darle un toque especial.
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Conservación y aprovechamiento: Esta ensalada se puede preparar con antelación, pero si vas a hacerlo, añade la albahaca justo antes de servir para que no se oxide o pierda su frescor. En el frigorífico, aguanta perfectamente hasta el día siguiente.
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Temperatura de servicio de la ensalada de garbanzos con tomate y mozzarella: Sirve esta ensalada a temperatura ambiente para que todos los sabores se sientan en su punto. Si la has conservado en la nevera, déjala reposar un poco para que se temple antes de servir.
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