¿Quieres saber si es bueno tomar refrescos light cuando estás a dieta? ¿Es verdad que los refrescos light engordan? Aquí te damos la respuesta.
Los refrescos light tienen menos calorías
Los refrescos light sustituyen el azúcar por edulcorantes como el aspartamo, el ciclamato o la sacarina. Esto reduce en todo o en parte la cantidad de calorías que aporta el refresco.
Estos endulzantes artificiales ‘engañan’ al cuerpo. El organismo no tiene claros los mecanismos para metabolizarlos y reacciona liberando insulina. Como sabes, esta hormona es bien conocida por facilitar la acumulación de grasas en el cuerpo. La sensación de ingerir algo dulce, aumenta en nuestro organismo el apetito. El cuerpo espera recibir calorías y las capta con más avidez en todos los demás alimentos que se ingieren.
En mujeres embarazadas, un estudio de la universidad de Manitoba señala que el consumo de edulcorantes artificiales durante el embarazo dobla la posibilidad de que los hijos sufran sobrepeso u obesidad al cumplir un año.
También la revista ‘Journal of the American Geriatrics Society‘, señaló en 2015 que el consumo de refrescos ‘light’ está directamente asociado a un aumento de grasa abdominal.
Por otro lado, el ‘American Journal of Clinical Nutrition‘, centró su estudio en la diabetes. Concluyó que el consumo habitual de refrescos light aumenta el riesgo de sufrir diabetes en un 50% respecto a los consumidores de refrescos azucarados, que teóricamente contienen más azúcares. El estudio se realizó en Francia, en 60.000 mujeres, y certificó que las bebidas dietéticas aumentan más los niveles de azúcar en la sangre.
Mira la composición de tu refresco light
Aunque no hay edulcorantes ‘buenos y malos’, el aspartamo es el menos popular entre nutricionistas, e incluso está prohibido en algunos países. Sus posibles efectos tóxicos en el organismo no están muy claros. Su consumo frecuente se suele asociar a dolores de cabeza e incluso a la degeneración de las células cerebrales.
En general hay pocos estudios sobre los edulcorantes y sus posibles efectos nocivos para la salud. Probablemente estos estudios no interesen a la industria alimentaria, pero el tema genera inseguridad entre nosotros, los consumidores, al no saber muy bien lo que estamos ingiriendo. La composición de los refrescos light está plagada de conservantes y sustancias que desconocemos.
A favor de los refrescos light
Las grandes empresas de alimentación y refrescos han intentado combatir estos estudios con otros argumentos. ‘WebMD’, importante portal médico mundial, señaló que muchas de las investigaciones en contra de lo light son más observacionales que científicas. Según ellos es imposible concluir que las bebidas light jueguen un papel significativo en la ganancia de peso.
Lo que sí pueden certificar todos los estudios, es que las consecuencias negativas se observan cuando el consumo de refrescos light se hace muy habitual. No es lo mismo tomar un refresco en ocasiones puntuales, que incorporarlo a tu alimentación diaria.
En resumen, ¿debemos consumir refrescos light?
El consumo de refrescos light no nos ayuda a perder peso. Sustituir el refresco por algún producto más natural, libre de azúcares artificiales, e igualmente bajo en calorías, parece la mejor opción. Zumo de tomate, té frío bajo en azúcares o sin azúcar, néctares ligeros de fruta sin azúcar añadido, agua con o sin gas, una copa de vino blanco o tinto… Todos son recursos más saludables que un concentrado de edulcorantes que no nos nutre ni ayuda a nuestro metabolismo.
En resumen, consumir esporádicamente un refresco light en ocasiones especiales o durante una dieta, puede estar justificado. No lo descartes si esa ingesta nos evita el consumo de algún producto más calórico. Lo que no debes hacer es tomarlos como parte de tu rutina alimenticia diaria, ni abusar de ellos.
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