La panga, un pescado económico y sin espinas, ha pasado de ser un habitual en nuestras mesas a ser retirado de algunos centros comerciales. La cría en granja de este pescado hace años que está bajo sospecha. Pero realmente, ¿es malo comer panga?
Para quien no lo conozca por el nombre, la panga es un pescado de agua dulce y gran tamaño. Puede llegar a pesar 45 kilos. Durante un tiempo ha sido un asiduo en hospitales, comedores escolares o residencias de mayores por sus características: pescado blanco sin espinas. Sin embargo, este pescado no es de nuestras costas.
En su mayoría el panga proviene de países asiáticos, con Vietnam a la cabeza de una extensa lista. Sólo en 2015 más de veinte mil toneladas de panga se importaron de esta zona, principalmente del Mekong. Allí se crían en cautividad en unas granjas construidas en estos río. Y he aquí la cuestión.
Estas granjas de donde proviene la inmensa mayoría de panga que comemos están bajo sospecha por las dudosas condiciones higiénicas y medioambientales de sus aguas. Principalmente debido al uso de productos agroquímicos (algunos prohibidos en Europa) y la mala gestión de los residuos en la zona.
Estas dudas sobre los mecanismos de control de las granjas suscitó hace unos años un intenso debate, siendo España uno de los países europeos que más panga asiático consume. Fue el gigante Carrefour quien puso el pez panga en el punto de mira al suspender la venta alegando motivos medioambientales. Según la marca francesa lo hacían por el supuesto impacto de las granjas al ecosistema. Nunca afirmaron que fuera un pescado perjudicial para la salud.
La UE salió rápidamente al paso asegurando que el pez panga que se consume en Europa es seguro. No suscita alarma ninguna en la seguridad alimentaria.
La OCU fue más allá analizando unas muestras de pescado para evaluar sus condiciones higiénicas y nutricionales. En su análisis concluyó que si bien no existía riesgo para la salud, existen restos de pesticidas como trifluoralina, en concreto éste prohibido en Europa, y metales pesados como el mercurio. Por ello rebajaba la recomendación de ingesta a solo una vez por semana.
Mientras que todos los organismos parecen coincidir en que no hay razones de seguridad alimentaria para prohibirlo, sí existe una gran preocupación por las prácticas de cría. En su mayoría se crían en los ríos del Mekong donde existe una gran exposición al metilmercurio.
Según la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, junto con el atún y el pez espada encabezan la lista de pescados con mayor nivel de mercurio. Por lo que se recomienda una dosis máxima por semana.
Si quieres saber más sobre los pescados con mayores niveles de mercurio, puedes verlo aquí.
Parece seguro. No es malo comer panga. Ahora bien, ¿es bueno para la salud? ¿Qué nos aporta este pescado?
Comparado con otros pescados blancos más preciados como la merluza o el lenguado, el pez panga tiene menos valor nutricional. Presenta un 18 % menos de proteína y un 78 % menos de ácidos grasos poliinsaturados que la merluza por ejemplo, o un 60 % menos que el lenguado.
Parece que el panga no va a provocarnos ningún problema de salud. Sin embargo, también es cierto que en el mercado hay otras especies disponibles con un perfil nutricional mejor. ¡Ah! Y de nuestras costas.
Come bien, vive mejor, con RECETAS LIGHT
Más vida, más salud, en ADELGAZAR.NET