Esta receta de mantequilla de trufa es un lujo sencillo que puedes preparar en casa para lucirte y acompañar platos de fiesta.
INGREDIENTES de la mantequilla de trufa
- 200 g de mantequilla
- 40 g de trufa negra envasada
- Opcional: Un par de setas deshidratadas (las más aromáticas para esta receta son los boletus)
- Sal
ELABORACIÓN de la mantequilla de trufa
- La mantequilla tiene que estar blanda a temperatura ambiente por varias horas.
- La trufa hay que rallarla muy fina con un rallador o cortarla muy menudita a cuchillo.
- Las setas hay que remojarlas unos minutos en agua tibia y también se pican finísimas, casi como una pasta.
- Con un tenedor y un poquito de paciencia hay que mezclar y batir muy bien la mantequilla mezclada con la trufa y las setas hasta que quede completamente integrada. Después la volvemos a poner en la tarrina de la mantequilla y ya la podemos dejar enfriar. También podemos darle forma con un film transparente como un cilindro y dejar congelar o enfriar en la nevera.
- Ya está preparada para añadir a risottos, pastas… o para servir sobre filetes de carne o pescado recién hechos. Podemos servirla en círculos finos como decoración o aderezo de canapés, carnes…
- No tires el líquido de la trufa en conserva, añade también a la preparación (si es demasiado pon sólo un poco) y aumentará su aroma y sabor.
- Esta receta que te hemos dado es de mantequilla de trufa negra, pero igualmente puedes hacer mantequilla de trufa blanca o cualquier variedad si cambias esta ingrediente principal.
¿En qué platos puedo usar la mantequilla de trufa?
La mantequilla aromatizada con trufa es un ingrediente delicado que aporta un sabor y aroma sofisticado a una variedad de platos. Su uso en la cocina permite realzar recetas sencillas, dándoles un toque gourmet sin mucho esfuerzo.
- Para acompañar carnes y pescados: Una pequeña cantidad de mantequilla de trufa derretida sobre un filete de carne o pescado recién cocinado realza su sabor. Puedes añadirla a carnes rojas como un buen solomillo o a pescados delicados como el lenguado o el salmón. La trufa complementa estos sabores y agrega un toque especial.
- En pastas y risottos: Una de las combinaciones más populares es con pasta fresca o risotto. Añade la mantequilla al final de la cocción para que se derrita y cubra la pasta o el arroz, creando una textura cremosa y un aroma inigualable. Es ideal para platos sencillos como pasta al burro o un risotto de champiñones, en los que el sabor de la trufa se destaca.
- Sobre verduras o purés: Para darle un toque elegante a vegetales, simplemente añade un poco de mantequilla de trufa a verduras cocidas al vapor, como espárragos o judías verdes, o en purés como el de patata o coliflor. La trufa potencia el sabor de estos ingredientes y convierte un simple acompañamiento en algo especial.
- Para untar en pan o bruschettas: Extender la mantequilla de trufa en pan crujiente o en una bruschetta crea un aperitivo delicioso. Puedes acompañarla con otros ingredientes como champiñones salteados o queso parmesano para un sabor más completo.
- En huevos o tortillas: La mantequilla de trufa también es deliciosa en huevos revueltos, tortillas o huevos fritos. Añadir un poco mientras se cocinan le da un toque aromático y eleva el sabor del plato.
La mantequilla de trufa es, sin duda, un ingrediente que transforma platos cotidianos en experiencias culinarias especiales.
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