Te lo contamos todo sobre la gilda y te damos algunas recetas para preparar gildas caseras siempre a tu gusto y con diferentes ingredientes.
Hoy vamos a hablar de la famosa Gilda, ese pintxo tan icónico del País Vasco que se ha convertido en un clásico en toda España. La Gilda es una combinación sencilla pero explosiva: una banderilla que suele llevar una aceituna, una piparra y un filete de anchoa, todo ensartado y listo para comer de un bocado. Es salada, picante, ácida y un poquito grasa gracias al aceite de oliva que a veces se le echa por encima. En el País Vasco, especialmente en San Sebastián, es un clásico de las barras de los bares, y ahora la encuentras en cualquier rincón de España, desde tabernas tradicionales hasta sitios más modernos.
La Gilda es más que un aperitivo; es un símbolo de la cultura del tapeo, de esos momentos de bar en los que compartes risas y tragos. Su sencillez es su fuerza, y por eso ha conquistado paladares más allá del País Vasco.
La curiosa historia de la Gilda y su nombre
Cómo preparar gildas caseras
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Aceitunas verdes sin hueso (mejor si son gordas y carnosas, tipo manzanilla)
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Piparras en conserva
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Filetes de anchoa en salazón o en aceite (de calidad, que se note el sabor)
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Palillos de madera (los típicos de brocheta corta)
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Un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
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Coge un palillo y empieza por pinchar una aceituna, deslizándola hasta la base.
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Luego, dobla una guindilla por la mitad (si es grande) o ponla entera, y pínchala también.
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Termina con un filete de anchoa, que puedes enrollar un poco para que quede bonito.
- Puedes repetir ingredientes si quieres que alguno predomine sobre los demás.
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Repite con cada palillo hasta que tengas todas tus Gildas caseras listas.
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Colócalas en un plato y échales un hilillo de aceite de oliva por encima para darles brillo y un extra de sabor.
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A disfrutar: Sírvelas frías, con una caña bien tirada o un vermú, y a comerlas de un bocado. ¡Ojo, que pican un poco!
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Variedades de gildas caseras para darle tu toque personal
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Gildas caseras con boquerón:
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Cambia la anchoa en salazón por un boquerón en vinagre. Es más suave y fresco, y combina genial con la guindilla.
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Ingredientes extra: un trocito de pimiento rojo asado para darle color y dulzura.
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Gilda mediterránea:
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Añade un tomate cherry entre la aceituna y la guindilla. Le da un punto jugoso y menos salado.
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Puedes usar una aceituna rellena de pimiento para un giro diferente.
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Gildas caseras deluxe:
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Sustituye la anchoa por un trocito de bonito en conserva de buena calidad.
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Añade un dadito de queso curado (como Idiazábal o manchego) para un toque cremoso y potente.
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Gilda veggie:
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Si no quieres pescado, usa un trozo de pepinillo en vez de la anchoa.
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Combina con una aceituna rellena de ajo o almendra y la guindilla de siempre.
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Gilda picantona:
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Añade un puntito de salsa picante (tipo tabasco) al aceite de oliva antes de rociarlo.
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Usa guindillas en lugar de piparras más fuertes si te va el riesgo.
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