Esta receta de risotto de tomate con mozzarella es una delicia muy sencilla de preparar, con un resultado cremoso y lleno de aromas mediterráneos.
El risotto es uno de los platos más emblemáticos de la cocina italiana, reconocido en la cocina internacional por su textura cremosa y su capacidad de incorporar una amplia gama de sabores. Aunque el risotto clásico suele prepararse con setas (mira nuestra receta de risotto de setas) o con m ariscos (reecta de risotto de gambas), esta versión con tomate y mozzarella le da un toque fresco y mediterráneo. La acidez del tomate se combina perfectamente con la suavidad de la mozzarella, creando un plato de sabor muy equilibrado y una cremosidad extra.
Ingredientes del risotto de tomate y mozzarella para 4 personas
- 300 g de arroz arborio o carnaroli (especial para risotto)
- 1 cebolla pequeña finamente picada
- 2 dientes de ajo finamente picados
- 4 tomates maduros grandes (o una lata de 400 g de tomate triturado)
- 1 litro de caldo de verduras caliente
- 100 ml de vino blanco seco
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Opcional: 1 cucharada de mantequilla
- 50 g de queso parmesano rallado
- 150 g de mozzarella fresca cortada en cubos
- Sal y pimienta al gusto
- Unas hojas de albahaca fresca para decorar (opcional)
Cómo hacer risotto de tomate y mozzarella
1. Preparar el tomate: Si usas tomates frescos, pélalos y quítales las semillas. Tritúralos ligeramente en la batidora para obtener una salsa con más textura. Si prefieres una salsa más suave, tritura más tiempo hasta que quede muy fino. Si utilizas tomate en lata, simplemente reserva el contenido listo para agregar.
2. Sofreír la cebolla y el ajo: En una cacerola grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Añade la cebolla y sofríe hasta que esté transparente, unos 5 minutos. Agrega el ajo picado y cocina un minuto más, teniendo cuidado de no quemarlo para evitar que amargue el sabor del plato.
3. Añadir el arroz: Incorpora el arroz a la cacerola y sofríelo durante 1-2 minutos, removiendo constantemente. Este paso ayuda a que el arroz absorba los sabores de la cebolla y el ajo, sellando el grano y preparándolo para absorber el líquido de cocción.
4. Deglasar con vino blanco: Vierte el vino blanco y cocina, removiendo, hasta que el líquido se evapore casi por completo. Esto aporta un toque de acidez que realza el sabor final del risotto.
5. Incorporar el tomate y empezar a añadir caldo: Añade el tomate triturado a la cacerola y remueve bien. Deja que la salsa se concentre un par de minutos y salpimenta al gusto. Si el tomate es muy ácido, tendrás que añadir un poquito de azúcar hasta que quede a tu gusto. Después, comienza a añadir el caldo caliente poco a poco, en pequeñas cantidades.
6. Cocinar lentamente el risotto: Cocina a fuego medio-bajo y remueve continuamente para que el arroz suelte su almidón y se vuelva cremoso. Cada vez que el arroz absorba el líquido, añade más caldo. Este proceso lleva aproximadamente 18-20 minutos, hasta que el arroz esté al dente y la mezcla sea cremosa.
7. Añadir mantequilla y parmesano: Cuando el arroz esté cocido, retira la cacerola del fuego y añade la mantequilla (esto es opcional) y el parmesano rallado. Remueve hasta que se derritan y se incorporen por completo, aportando un extra de cremosidad al risotto.
8. Cómo incorporar la mozzarella: Finalmente, añade la mozzarella cortada en rodajas por encima del arroz y tapa la cazuela para que la mozzarella se vaya derritiendo con el calor residual. La mozzarella debe quedar fundida en algunos puntos y aún visible en otros, para una textura perfecta.
9. Terminar el risotto al horno (en las fotos): También puedes poner el arroz ya ha terminado en un recipiente que pueda ir al horno, luego colocas la mozzarella por encima y das un golpe en el horno si prefieres que dore un poquito.
10. Servir: Sirve el risotto inmediatamente, decorado con unas hojas de albahaca fresca si deseas darle un toque aromático.
Trucos y alternativas para personalizar tu risotto de tomate con mozzarella
Textura del tomate: Si prefieres un risotto más suave, usa tomate triturado en lata; si buscas una textura rústica, los tomates frescos triturados son ideales.
Risotto de tomate con burrata: Puedes sustituir la mozzarella por burrata para una versión aún más cremosa. Añade los trozos de burrata al final del plato sin mezclar demasiado.
Risotto de tomate picante: Agrega una pizca de chile o pimienta de cayena al sofrito de cebolla y ajo para darle un toque de picante.
Risotto de tomate y albahaca: Si deseas un toque extra de frescura, añade una cucharada de pesto al risotto justo antes de servir. También puede picar sencillamente unas hojas de albahaca fresca y mezclar con el risotto de tomate a la hora de servirlo o decorar con albahaca como sugerimos en la receta.
Risotto de tomate y parmesano: puede sustituir la mozzarella por unas escamas de parmesano que se añaden al plato. Cuando esté terminado. El procedimiento es el mismo que con la mozzarella.
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