Esta receta de rosquillas de vino blanco es de mi abuela María Luisa. Ella las preparaba con un Fino de Jerez, pero igualmente puedes usar una Manzanilla o cualquier vino blanco con cuerpo a tu gusto. Si te gusta que queden muy dulces, también quedan muy bien con un Moscatel blanco (te recomendamos el de Ochoa).

1 vaso de 200 ml de aceite de oliva suave (si no quieres tanto sabor puedes usar girasol)
El mismo vaso de vino blanco
El mismo vaso de azúcar
1 cucharada de anís en grano
Harina (la que admita. Prepara como 1 kilo aprox.)

ELABORACIÓN de las rosquillas de vino blanco

Freímos en el aceite los granos de anís y dejamos enfriar. Podemos apartar el anís o no, según los gustos.
Cuando el aceite esté frío añadimos el vino blanco, azúcar y harina, la necesaria para que se forme una masa que se despegue de las manos y se amase bien.
Formamos las rosquillas ayudándonos con harina espolvoreada en las manos y las freímos en aceite caliente hasta que doren. Espolvoreamos con azúcar.
Esperamos a que las rosquillas de vino blanco enfríen del todo antes de servir.