¿Se puede congelar el queso? - Consejos de Divina Cocina

Si quieres saber si se puede congelar el queso y conservar su sabor y calidad para futuras recetas, la respuesta es sencilla.

El queso se puede congelar sin problemas y con un resultado fantástico. Congelar el queso es una técnica práctica para conservar su sabor y para poder disfrutar de tus quesos favoritos en cualquier momento, sin sacrificar su calidad. Además, congelar el queso es una excelente manera de prolongar su vida útil

Pero no todos los tipos de queso se comportan igual en el congelador. A continuación, te ofrecemos una guía completa sobre qué quesos se congelan mejor y cómo congelar el queso correctamente para que el queso no pierda su textura, sabor y propiedades.

Si vas a congelar el queso, debes saber que no todos los quesos congelan igual

Quesos duros y semiduros

Cheddar: Mantiene su sabor y textura al ser congelado, ideal para rallarlo después.
Gouda: Excelente para congelar, perfecto para sándwiches y gratinados.
Parmesano: Se congela muy bien y es fácil de rallar para pastas y ensaladas.
Provolone: Ideal para pizzas y platos gratinados.
Emmental y Gruyère: Perfectos para fondues y recetas de cocina suiza.

Quesos blandos

Mozzarella: Especialmente la de baja humedad, se congela bien y es perfecta para pizzas y lasañas.
Queso crema: Aunque la textura puede cambiar, sigue siendo excelente para cocinar y hornear.

Quesos frescos y muy Blandos

Ricotta y Requesón: Tienden a separar su suero, afectando su textura ya que se vuelven más densos y compactos.
Queso de cabra fresco: Pierde su cremosidad y en algunas marcas de queso, según su composición, puede ser que se vuelva granulado.
Feta: Cambia significativamente de textura y sabor.

Quesos Azules

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Roquefort y Gorgonzola: La congelación altera ligeramente su textura cremosa y su sabor característico.

Consejos para congelar el queso correctamente

Envuelve bien el queso: Utiliza papel de aluminio, film plástico o bolsas de congelación para proteger el queso de los cristales de hielo y olores no deseados.
Porciones pequeñas: Si se trata de una pieza de queso entera, para congelar el queso el mejor trocearlo en cuñas oporciones más manejables, para facilitar su uso y descongelación.
Etiqueta y fecha: Es importante etiquetar cada paquete con el tipo de queso y la fecha en que fue congelado. Eso te ayudará a organizarte y a no prolongar en exceso el tiempo de congelación del queso.
Evita cambios drásticos de temperatura: Mantén una temperatura constante en el congelador para preservar mejor la calidad del queso.
Descongelación adecuada: Descongela el queso en el refrigerador para minimizar los cambios de textura. Evita descongelarlo a temperatura ambiente para prevenir problemas de consistencia.
Usos específicos: Los quesos congelados son ideales para cocinar. Úsalos en pizzas, salsas y gratinados donde la textura no será tan notable.