Los Scones son un tipo de pan que consumen los ingleses, tanto en el desayuno, como en la merienda como en el brunch.
INGREDIENTES (12 scones pequeños)
- 125 g de harina de repostería
- 6 g de levadura en polvo tipo Royal
- 30 g de mantequilla muy fría, en daditos
- 50 ml de leche
- 25 g de azúcar
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- Un huevo, mitad del huevo para la masa y la otra mitad para pintar (unos 31 g para la masa)
- 1 pizca de sal
ELABORACIÓN de los scones
- Precalentamos el horno a 190º y preparamos una bandeja con papel de hornear.
- En un bol, ponemos la harina junto a la levadura, la sal y la mantequilla y con las yemas de los dedos vamos a amasar ligeramente, hasta que nos quede como migas de pan.
- En otro bol vamos a mezclar la leche, el azúcar, la mitad del huevo y la esencia de vainilla y lo añadimos a la mezcla de harina y mantequilla, mezclado lo justo para que se integren. No hay que amasar en exceso.
- Cuando esté todo integrado, lo pasamos a una superficie con un poco de harina, para que no se pegue. Con un rodillo o con nuestras propias manos, aplanamos la masa, dejando unos 3-4 cm de grosor. Con un cortador redondo pequeño, vamos cortando los scones. También pueden ser en forma de triángulo, sólo tenéis que cortar la forma que prefiráis con un cuchillo.
- Pasamos los scones a la bandeja que teníamos preparada. Los pintamos con el resto de huevo batido y los metemos al horno, durante 10-12 minutos, hasta que veamos que han crecido y están doraditos.
CONSEJOS Y COMENTARIOS
- Los scones se pueden congelar muy bien una vez horneados en una bolsa de congelación o en un recipiente hermético.
Te puede interesar:
Mousse de limón fácil y rápida sin huevo
Mermeladas caseras sin azúcar añadido
Bizcocho sin horno a la sartén