Esta receta de solomillo al roquefort es un clásico que puedes preparar con cualquier otro corte de carne que te guste, lomo, filetes de pierna… La salsa aporta grasa (por el queso) y le va mejor a los cortes más magros.

ELABORACIÓN del solomillo al roquefort

Salpimentamos los filetes de solomillo y los doramos un minuto en una sartén con aceite. Sólo tienen que sellarse y dorar un poco pero terminarán de hacerse en la salsa. Los retiramos.
En ese mismo aceite rehogamos la cebolla picada hasta que esté casi deshecha, añadimos el coñac y , cuando reduzca el alcohol, ponemos el queso troceado. Removemos para que se derrita el queso y ligue la salsa.
Vamos agregando poco a poco la leche o nata hasta que la salsa tenga una consistencia cremosa. Probamos de sal. Mezclamos todo y trituramos bien con un tenedor o pasamos por la batidora.
Volvemos a poner un minuto al fuego la carne cubierta con la salsa para que dé todo junto un hervor y se liguen bien los sabores. Servimos el solomillo al roquefort cubierto con la salsa.