Esta sopa de chocolate blanco es un postre original, de sabor delicado y suave, y sobre todo es facilísimo de preparar, con solo 3 ingredientes. Acompaña con frutas frescas y ya verás como gusta a todo el mundo.

Cómo hacer sopa de chocolate blanco

Ponemos al fuego la nata con el chocolate partido en onzas. Hay que calentarlo todo a fuego lento para que el chocolate se vaya fundiendo pero no debe llegar a hervir.
Cuando el chocolate esté bien fundido y la crema resulte homogénea retiramos del fuego y dejamos que se temple. Añadimos el yogur batiendo bien hasta que quede perfectamente integrado. Conservamos en frío hasta el momento de servir.
Esta sopa de chocolate blanco se sirve en copas, cuencos o platos hondos, con frutas frescas a tu gusto troceadas, frutos secos picados y unas hojas de menta.

Con natillas: Puedes sustituir el yogur por 2 tarrinas de natillas de vainilla de 125 g cada una. Aumenta el sabor a vainilla y la cremosidad.
Con batido de vainilla: Si quieres que la sopa sea más libera para servir, por ejemplo, en copas o chupitos dulces, puedes sustituir el yogur por 200 ml de batido de vainilla.