Esta receta de sopas de pastor es tan antigua como el tiempo. Ingredientes sencillos y básicos para llenar tu mesa de energía y sabor a tradición.

Una pieza de pan asentado, mejor si es pan rústico, de miga prieta (unos 300 g)
4 dientes de ajo
Una cucharadita de pimentón dulce
Una punta de pimentón picante
Un buen chorretón de aceite de oliva virgen extra
4 huevos
Una cucharada de vinagre suave de vino blanco o un chorro de zumo de naranja agria
Un litro de caldo casero suave de pollo o verduras (puede ser en cubitos)
Sal

ELABORACIÓN de las Sopas del Pastor

Cortamos el pan en rebanadas más o menos gruesas, como prefieras. Pelamos los dientes de ajo y los cortamos en láminas finas.
Calentamos el aceite en una cazuela o sartén que sea honda (perfecta si es una cazuela de barro). Doramos los ajos hasta que vemos que toman un poco de color.
En ese momento añadimos el vinagre y dejamos que humee y evapore el alcohol.
Incorporamos el pan y lo impregnamos con el aceite de ajos dando vueltas con un cucharón. El pan debe tostarse un poco y dorarse en el aceite durante un par de minutos.
Entonces hacemos un hueco en el pan y añadimos el pimentón (dulce y picante) para que entre en contacto con el aceite y se caliente un poco sin quemarse. Revolvemos todo para mezclar.
Agregamos por encima el caldo (caliéntalo en el microondas un para de minutos) y dejamos hervir la sopa un par de minutos.
Ya solo nos queda batir los huevos y añadirlos a la sopa hirviendo, removiendo suavemente con una cuchara de palo, para que se cuajen.
La sopa se sirve al momento, recién hecha, y a disfrutar!!